El artículo pertenece a un capítulo del libro "Revelaciones. Explorando recursos de la Carta Natal", de Celisa Beranger (Brasil).
De acuerdo con Marc Edmund Jones, eminente astrólogo y autor americano del Siglo XX, el análisis combinado de Mercurio Luna resulta en la química mental, que ofrece indicaciones respecto a cómo la persona conjuga captación con respuesta y postura mental, en relación con lo que ocurre a su alrededor, y a partir de esto, la manera de ubicarse frente a las situaciones de la vida.
De acuerdo con Marc Edmund Jones, eminente astrólogo y autor americano del Siglo XX, el análisis combinado de Mercurio Luna resulta en la química mental, que ofrece indicaciones respecto a cómo la persona conjuga captación con respuesta y postura mental, en relación con lo que ocurre a su alrededor, y a partir de esto, la manera de ubicarse frente a las situaciones de la vida.
Mercurio, como sabemos, representa la manera de recibir y pasar informaciones dando un estilo de cómo captamos y percibimos las situaciones, en tanto que la Luna, entre otros significados, representa los hábitos y condicionamientos más arraigados de reaccionar o responder a lo que es aprehendido del medio ambiente.
Para la química mental, el análisis de la Luna está basado en su movimiento diario para el día de nacimiento; en cuanto a Mercurio se observará su relación respecto al Sol, esto es si su posición es oriental (antes, en el sentido del zodíaco) u occidental (después) del Sol.
Vamos a analizar los dos factores separadamente, empezando por la Luna. Su movimiento o paso medio diario es de 13º30'. En sus investigaciones Jones concluyó que cuando en el día del nacimiento la Luna presenta un movimiento superior a 13º10' debe ser considerada rápida, pero cuando este movimiento fuera inferior a 13º10', la Luna natal debe ser considerada lenta.
Una Luna natal rápida capta todo lo que está más allá de los patrones conocidos, por ello, su percepción es abarcativa. Mientras que una Luna natal lenta posee una percepción apenas enfocada en sus propias motivaciones y condicionamientos personales y todo lo demás es desplazado o simplemente ignorado.
La velocidad de la Luna en el día del nacimiento también informa sobre la capacidad de responder al medio ambiente. Con la Luna rápida, el impulso es a actuar, las reacciones son instintivas, prontas y directas. En tanto con la Luna lenta, la respuesta ocurre de forma demorada, evaluada y defensiva.
El americano Bob Makransky, estudioso de la obra de Jones, hace una analogía bastante interesante respecto de la velocidad de la Luna. Según Bob la persona que nace con la Luna natal rápida es como un tiburón, está en constante estado de alerta y siempre pronta al ataque, en tanto que aquella con Luna natal lenta es como el pulpo que se esconde en el fondo del mar, disimulando sus intenciones.
Vale resaltar que en los mapas de niños, donde la Luna ejerce un papel fundamental especialmente hasta los cuatro años, el abordaje de la velocidad de la Luna representa sumar un enfoque más.
La criatura con una Luna rápida ansía nuevas experiencias, en tanto otra con la Luna lenta prefiere mantenerse como observadora hasta sentirse lista para enfrentar una situación nueva.
La americana Gloria Star llamó nuestra atención, al afirmar que en sus estudios con mapas de niños observó que aquellos nacidos con la Luna en movimiento muy rápido, mayor de 14º30', están más interesados en aprender, o hacen rápidamente y mantienen el conocimiento. Comprobamos su afirmación.
Con relación a Mercurio, cuando está oriental al Sol la postura mental es impaciente, ansiosa y arrojada, buscando adquirir toda la información posible. Dada a experimentaciones, esta persona no se deja restringir porque no está preocupada en obtener aprobación por parte de los otros pues ella funciona de acuerdo a lo que le conviene.
En tanto cuando Mercurio está occidental al Sol, la persona actúa de modo cauteloso porque necesita sentirse segura de sí misma y recibir aprobación de su medio. Posee un sentido de responsabilidad social que la lleva a actuar de acuerdo con las reglas.
Es importante recordar que el contexto de la Luna y Mercurio, por signos, aspectos y casas podrá exacerbar o menguar las condiciones observadas para la química mental. Como ejemplos de exacerbación podemos observar una Luna lenta en aspecto con Saturno que refuerza la reserva o también un Mercurio oriental en Géminis cuyo interés en diversificarse podrá aumentar la ansiedad para adquirir todas las informaciones. Así también, una Luna lenta en buen aspecto con Marte, o también Mercurio oriental en Capricornio estarán más equilibrados.
Conjugando las condiciones de Luna y Mercurio en el análisis de la química mental podemos tener cuatro combinaciones.
Una Luna rápida combinada con un Mercurio occidenta</ i>l promueve equilibrio entre impulso y cautela, esto es, la persona reacciona rápidamente, pero al mismo tiempo, controla racionalmente sus instintos.
Una Luna natal lenta combinada con Mercurio oriental, indica que aunque en la reacción la persona sea lenta y defensiva, ella se mantiene abierta a recibir nuevas informaciones.
En las dos primeras combinaciones encontramos equilibrio entre la capacidad de percepción y captación, por ello raramente es necesaria una orientación en estos casos. En tanto, el asesoramiento es necesario para el desequilibrio resultante de las otras dos combinaciones.
Una Luna rápida combinada con un Mercurio oriental promueve un estado de alerta y ansiedad, llevando a la persona a sobrevalorar cuestiones, hasta las más insignificantes, sin la debida atención a lo que es relevante. La impaciencia puede suscitar preocupación constante, ajustes y prevenciones innecesarias a fin de acomodar todo a su modo. La persona puede moverse en círculos sin llegar a ningún lugar.
La cuarta y última combinación conjuga una Luna lenta y un Mercurio occidental llevando a una actitud evaluativa y cautelosa, excesivamente preocupada con la propia preservación y aprobación por parte de los otros, en detrimento de aquello que es importante para sí misma. Esta persona puede ser sorprendida por los acontecimientos pues su reacción es lenta y tardía.
Para concluir, es importante considerar que cuando en el día el nacimiento, la Luna está muy próxima al paso de 13º10', la distinción entre rápida y lenta deja de ser evidente. Del mismo modo, cuando Mercurio estuviera en conjunción muy próxima al Sol, su orientalidad u occidentalidad puede no ser un factor relevante. En estos casos, por lo tanto, el análisis de la química mental deja de ser importante. Cuando uno de estos astros estuviera sin condición de definición, el otro puede ser interpretado en el contexto antes propuesto. Por ejemplo, cuando en un mapa dado, Mercurio estuviese en conjunción muy próxima al Sol pero la Luna estuviera rápida, podemos considerar que la persona posee una percepción abarcativa y alerta, siempre pronta para registrar lo que capta del medio ambiente.
Para la química mental, el análisis de la Luna está basado en su movimiento diario para el día de nacimiento; en cuanto a Mercurio se observará su relación respecto al Sol, esto es si su posición es oriental (antes, en el sentido del zodíaco) u occidental (después) del Sol.
Vamos a analizar los dos factores separadamente, empezando por la Luna. Su movimiento o paso medio diario es de 13º30'. En sus investigaciones Jones concluyó que cuando en el día del nacimiento la Luna presenta un movimiento superior a 13º10' debe ser considerada rápida, pero cuando este movimiento fuera inferior a 13º10', la Luna natal debe ser considerada lenta.
Una Luna natal rápida capta todo lo que está más allá de los patrones conocidos, por ello, su percepción es abarcativa. Mientras que una Luna natal lenta posee una percepción apenas enfocada en sus propias motivaciones y condicionamientos personales y todo lo demás es desplazado o simplemente ignorado.
La velocidad de la Luna en el día del nacimiento también informa sobre la capacidad de responder al medio ambiente. Con la Luna rápida, el impulso es a actuar, las reacciones son instintivas, prontas y directas. En tanto con la Luna lenta, la respuesta ocurre de forma demorada, evaluada y defensiva.
El americano Bob Makransky, estudioso de la obra de Jones, hace una analogía bastante interesante respecto de la velocidad de la Luna. Según Bob la persona que nace con la Luna natal rápida es como un tiburón, está en constante estado de alerta y siempre pronta al ataque, en tanto que aquella con Luna natal lenta es como el pulpo que se esconde en el fondo del mar, disimulando sus intenciones.
Vale resaltar que en los mapas de niños, donde la Luna ejerce un papel fundamental especialmente hasta los cuatro años, el abordaje de la velocidad de la Luna representa sumar un enfoque más.
La criatura con una Luna rápida ansía nuevas experiencias, en tanto otra con la Luna lenta prefiere mantenerse como observadora hasta sentirse lista para enfrentar una situación nueva.
La americana Gloria Star llamó nuestra atención, al afirmar que en sus estudios con mapas de niños observó que aquellos nacidos con la Luna en movimiento muy rápido, mayor de 14º30', están más interesados en aprender, o hacen rápidamente y mantienen el conocimiento. Comprobamos su afirmación.
Con relación a Mercurio, cuando está oriental al Sol la postura mental es impaciente, ansiosa y arrojada, buscando adquirir toda la información posible. Dada a experimentaciones, esta persona no se deja restringir porque no está preocupada en obtener aprobación por parte de los otros pues ella funciona de acuerdo a lo que le conviene.
En tanto cuando Mercurio está occidental al Sol, la persona actúa de modo cauteloso porque necesita sentirse segura de sí misma y recibir aprobación de su medio. Posee un sentido de responsabilidad social que la lleva a actuar de acuerdo con las reglas.
Es importante recordar que el contexto de la Luna y Mercurio, por signos, aspectos y casas podrá exacerbar o menguar las condiciones observadas para la química mental. Como ejemplos de exacerbación podemos observar una Luna lenta en aspecto con Saturno que refuerza la reserva o también un Mercurio oriental en Géminis cuyo interés en diversificarse podrá aumentar la ansiedad para adquirir todas las informaciones. Así también, una Luna lenta en buen aspecto con Marte, o también Mercurio oriental en Capricornio estarán más equilibrados.
Conjugando las condiciones de Luna y Mercurio en el análisis de la química mental podemos tener cuatro combinaciones.
Una Luna rápida combinada con un Mercurio occidenta</ i>l promueve equilibrio entre impulso y cautela, esto es, la persona reacciona rápidamente, pero al mismo tiempo, controla racionalmente sus instintos.
Una Luna natal lenta combinada con Mercurio oriental, indica que aunque en la reacción la persona sea lenta y defensiva, ella se mantiene abierta a recibir nuevas informaciones.
En las dos primeras combinaciones encontramos equilibrio entre la capacidad de percepción y captación, por ello raramente es necesaria una orientación en estos casos. En tanto, el asesoramiento es necesario para el desequilibrio resultante de las otras dos combinaciones.
Una Luna rápida combinada con un Mercurio oriental promueve un estado de alerta y ansiedad, llevando a la persona a sobrevalorar cuestiones, hasta las más insignificantes, sin la debida atención a lo que es relevante. La impaciencia puede suscitar preocupación constante, ajustes y prevenciones innecesarias a fin de acomodar todo a su modo. La persona puede moverse en círculos sin llegar a ningún lugar.
La cuarta y última combinación conjuga una Luna lenta y un Mercurio occidental llevando a una actitud evaluativa y cautelosa, excesivamente preocupada con la propia preservación y aprobación por parte de los otros, en detrimento de aquello que es importante para sí misma. Esta persona puede ser sorprendida por los acontecimientos pues su reacción es lenta y tardía.
Para concluir, es importante considerar que cuando en el día el nacimiento, la Luna está muy próxima al paso de 13º10', la distinción entre rápida y lenta deja de ser evidente. Del mismo modo, cuando Mercurio estuviera en conjunción muy próxima al Sol, su orientalidad u occidentalidad puede no ser un factor relevante. En estos casos, por lo tanto, el análisis de la química mental deja de ser importante. Cuando uno de estos astros estuviera sin condición de definición, el otro puede ser interpretado en el contexto antes propuesto. Por ejemplo, cuando en un mapa dado, Mercurio estuviese en conjunción muy próxima al Sol pero la Luna estuviera rápida, podemos considerar que la persona posee una percepción abarcativa y alerta, siempre pronta para registrar lo que capta del medio ambiente.
