Sólo en los manuales de Astrología hallamos los aspectos separados unos de otros. Su modo habitual de ser es estando interrelacionados entre sí por medio de formas más o menos complejas - dentro de la carta natal -, formando parte de una miríada de aspectos que, a su vez, dibujan un esquema más o menos complejo. De hecho, un aspecto particular no puede ser totalmente comprendido fuera del contexto que le proporcionan el resto de aspectos de la carta.
Leyla Rael y Dane Rudhyar
Existen varias maneras de acercarse a la interpretación de una carta. Una de las más conocidas es estudiando, por orden y separadamente, cada uno de los factores que la componen: el signo solar, el signo Ascendente, la posición de las casas a partir del Sol, etc. Después se hace una síntesis de todo.
Para resolver el problema de la síntesis, se han inventado varios sistemas. Existen fórmulas de interpretación que nos indican por dónde hemos de empezar, cuáles son los elementos más destacables a considerar o como debemos valorar los factores contradictorios.
Ultimamente, se está popularizando un sistema de interpretación, ya conocido pero poco usado. En este nuevo enfoque - no sólo de interpretación, sino de la misma Astrología - se enfatiza el elemento FORMA (o «Gestalt», como también se la conoce) de la carta natal.
Primero, el astrólogo observa la carta en su totalidad e intenta comprender la forma en que planetas, casas y aspectos, se distribuyen e interrelacionan. Este «modo de ver» podría compararse con el siguiente ejemplo: Vamos por la calle y creemos reconocer a alguien, le observamos cómo se acerca. Nuestra impresión es global, de conjunto; luego nos vamos fijando en los detalles como por ejemplo, si parece alegre o cansado o, si lleva una bolsa bajo el brazo, etc. La primera impresión, es la «Gestalt», el total que nos permitió reconocerlo como ser único y distinto a todos los que le rodeaban; después ya analizaremos los detalles.
El primer astrólogo anglosajón que popularizó esta visión fue Marc Edmund Jones. Distinguió siete categorías básicas según las formas que podían tornar los planetas al distribuirse en los 360 grados de una carta natal, como el Bol, Irradiado, Péndulo, etc.
Esta peculiar manera de mirar la carta es, según Rudhvar, un «enfoque estético», parecido a como contemplamos una obra de arte, en la que primeramente visualizamos el significado general, antes de analizar las partes.
Hay formas como Cruz Cósmica o el Gran Trino que son bastante conocidas, pero otras distribuciones tradicionales como el Cometa, la Nave, el Templo, el Arquitecto, etc., son prácticamente ignoradas.
Nuestro deseo es, precisamente, el intentar aportar algunos datos sobre el significado general de todas estas configuraciones. Las clasificamos en dos grupos: los diseños rectangulares y los triangulares.
Diseños rectangulares
Todos estos dibujos tienen en común la presencia de dos aspectos que forman oposición. El significado especifico cambia según la relación que existe entre estas dos líneas, pues sus vértices pueden distanciarse por aspectos de trígonos, cuadraturas, sextiles, semicuadraturas, etc. La naturaleza de los aspectos que une los planetas que forman las dos oposiciones indica aquello que la persona debe hallar y superar para acceder a la concienciación y objetividad que representan las oposiciones, la cual, una vez despierta y manifestada, puede ser integrada en la vida y en la sociedad a la que se pertenece.
El diseño rectangular o cuadrangular fue muy usado en los templos y lugares de iniciación pues permitía simbolizar la evolución personal desde un nivel o proceso espiritual hasta el siguiente - para el cumplimiento de una gran meta -. Así, el rectángulo se convierte en una puerta por la que puede accederse a un nuevo reino.
La Astrología Tradicional ha sobreestimado el significado destructivo de las oposiciones y cuadraturas formadas por la Cruz Cósmica. Desde otro punto de vista, la oposición puede significar la necesidad de ser objetivo ante los hechos y las experiencias. La destrucción asociada a las cuadraturas también puede asociarse como dogmas o modos de pensar obsoletos que deben ser modificados para evolucionar en una nueva forma de ser más adaptable. De este modo, la Cruz Cósmica representa la estrecha unión de dos tipos de conciencia que conduce a una nueva actividad. Si las dos oposiciones están unidas por trígonos y sextiles, las posibilidades se manifiestan hacia el crecimiento personal o la espiritualidad de la persona. Cuando estas oposiciones están ligadas por cuadraturas y sexquicuadraturas, el resultado puede ser muy concreto y práctico.
Tengo en mis manos los apuntes de una gran astróloga, ya fallecida, que fue muy conocida en Barcelona. Me refiero a Doña Mercedes de Sosa. En sus notas dibuja y comenta varias configuraciones que pueden encontrarse en una carta natal. Parece que el origen de estas interpretaciones es maya.
La ilustre astróloga distingue tres clases de Cruces Cósmicas:
1. La Cardinal, formada por la doble oposición entre signos cardinales: se interpreta como sufrimientos y penas.
2. La Fija, formada entre signos fijos; la interpretación es como fatalidad para cancelar deudas kármicas.
3. La Común, que significa los resultados fatales en los comportamientos erróneos.
Las Cruces Espadas se forman cuando las distancias entre los vértices de sus á ngulos son de 120-60-120-60 grados. Entonces se forma el paralelograrno rectangular, el cual indicaría que la labor del individuo es misionera y humana.
M. de Sosa distingue dos modalidades del paralelogramo rectangular: el Maestro y el Arquitecto. La figura del Maestro está definida por el paralelogramo rectangular. Cuando, además del paralelogramo existen dos trígonos y dos sextiles que unen las cuatro puntas del rectángulo por una quinta posición central, designa la figura del Arquitecto. Es que indica el grado de evolución espiritual más elevado.
Otra configuración derivada de la Cruz Cósmica es la Nave. Está compuesta por una Cruz Cósmica que une sus vértices por un aspecto de 180º y tres aspectos de 60º. </ span>Representa al iniciado que divulga sus doctrinas por allende del mar.
La Nave puede «tener velas o carecer de velamen». Las velas vienen significadas por un eje central que cruza la Nave. Ello indica que cuando más velamen tenga la Nave más recursos se disponen para llegar a la meta que señala el destino individual de la persona. Simbólicamente, la Nave sin Velas debe avanzar por el mar de la vida sin remos. La perfecta Nave con Velamen va acompañada de dos trígonos que unen el palo mayor con la oposición perpendicular de la barca, proveyéndola del velamen adecuado para avanzar.
Diseños triangulares
Según la geometría, el triángulo equilátero es la más estable de todas las formas. En la mayoría de las religiones simboliza la perfección del Ser, como símbolo estático y trascendente. Al no contener oposiciones tampoco origina conflictos. Simple- mente es.
Es importante ver cómo el triángulo equilátero o Gran Trino, se integra con el resto de la carta. Cuando lo hace mediante una oposición indica que las ideas necesitan concretarse en el mundo y en la vida de la persona. Su figura es muy parecida a la de un cometa. Tanto el astrólogo Rudhyar (moderno) como M. de Sosa (tradicional) denominan con el nombre de Cometa a esta figura. Según esta última autora, indica planes y proyectos idealistas ayudados por las vibraciones cósmicas por medio de personas y asociaciones, coincidiendo las visiones moderna y tradicional, cada cual en su propio lenguaje.
Cuando el diseño triangular no está formado por tres puntos equidistantes entre sí - o que no puede asociarse con el Gran Trino - es necesario hallar un equilibrio dinámico, una resolución, una posible salida a la tensión que conlleva este triángulo no -equilátero. Excepto el Gran Trino, todas las configuraciones triangulares representan una tensión hacia un punto, el cual no necesariamente debe estar ocupado por un planeta.
Entre estos triángulos está el Yod, formado por dos quincuncios que tienen un sextil como base; la Cruz T, formada por dos cuadraturas cuya base es una oposición, etc.
En el Yod, el punto de tensión lo forma el planeta al cual apuntan los dos quincuncios. El mismo principio se aplica a la cruz en T y, por extensión, al resto de las configuraciones triangulares. El «punto de tensión» seria el cuarto punto que convertiría la Cruz T en una Cruz Cósmica; significaría la causa que convierte una situación triangular en rectangular o cuadrada.
Las configuraciones triangulares nos muestra una posible elección entre dos maneras de ser, de pensar o de actuar, con respecto a una situación determinada que viene simbolizada por dos o más planetas que forman la base del triángulo. El vértice del triángulo es el objetivo perseguido o la finalidad de la acción. Naturalmente, las casas y signos zodiacales implicados en la configuración nos informarán de los motivos y calidades de la misma.
M. de Sosa distingue cuatro tipos de triángulos o Acciones Creadoras:
1. El Trino de Fuego, de carácter espiritual.
2. El Trino de Tierra, significando los propósitos y realizaciones.
3. El Trino de Aire, que designa a los intelectuales y soñadores.
4. El Trino de Agua, que implica las emociones y sentimientos.
Según ella, la Cruz T está formada por «ángulos hermanos»; son elementos que señalan obstáculos y demoras en las vidas de los que los poseen.
Las Escuadras, formadas por una oposición, un trígono y un sextil cerrando el triángulo son «líneas de conducta» que simbolizan la capacidad de ajustar elementos contrarios y permiten una realización práctica. Estas «líneas», solas o dentro de una configuración, permiten el éxito en empresas iniciadas bajo determinadas circunstancias y oportunidades.
El Triángulo Isósceles, formado por un trígono y dos sextiles, simboliza la protección cósmica que proporciona buenas oportunidades al que lo posee.
Terminaré con una cita del libro Astrological Aspects, de Leyla Rael y Dane Rudhvar:
«El estudio de las configuraciones rectangulares y triangulares es sólo un paso básico para la visualización e interpretación de la forma total que dibujan los 10 planetas de la carta natal. Fundamentalmente, ayuda a desarrollar la propia mente para que "vea y piense" en términos globales en vez de seguir un proceso analítico que se limita a considerar cada posición y aspecto planetario como factores aislados y luego se intenta hallar una nueva fórmula para agruparlos.
»Ambos métodos, el - Gestalt - y el analítico, son válidos cuando "se usan conjuntamente. El primero nos sirve para visualizar la persona y sus potencialidades; el segundo, para clarificar los muchos detalles de la personalidad en la vida cotidiana".
