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Dolors Ferrer. Publicado por Cyclos Nº 5 (verano 1994)Los planetas retrógrados en el horóscopo siguen siendo un tema secundario ligeramente inquietante, pues parece que su comportamiento es aún enigmático y difícil de comprender en la totalidad de un tema.

 

 

Astrólogos como Schulmann a nivel kármico, Bill Tierney o Erin Sullivan con tendencias más psicológicas, han investigado estos planetas y han aportado nuevas percepciones e ideas que nos ayudan a entender el rol que ese "viaje en dirección contraria" tiene en la vida de un individuo. Resumiría esas percepciones en tres puntos básicos: retrogradación podría equipararse a rebeldía (manifiesta o no), subjetividad y necesidad perentoria de reflexión y auto examen.

Por un lado, el retrógrado se mueve "contra" el Sol, centro capaz de dar al individuo la auténtica sensación de ser uno mismo. Por otro, en la fase retrógrada, el planeta se halla más cerca de la Tierra, más cerca de las pulsiones vitales. Finalmente, esa contra dirección ofrece una oportunidad única de examinar y ahondar en las motivaciones de esos comportamientos impulsivos y aparentemente antisociales.

En el caso de Marte, compañero inseparable del Sol por ser vehículo activo del impulso de supervivencia - fuerza vital e inconsciente - , la necesidad de integración de estas dos fuerzas se hace aún más perentoria. Marte es ese peculiar embajador del Sol, el transmisor de la energía personal que nos permite marcar nuestro terreno, afirmarnos y ganar si es necesario; en definitiva, "Ser en la Acción".

Las emociones negativas de Marte aparecen cuando no se pueden expresar estas cualidades, distorsionando lo que en su esencia no es más que un limpio impulso de manifestarse. Tenemos entonces en escena la rabia, los celos, la rivalidad, la envidia, el resentimiento. Con Marte retrógrado en el tema, la ya natural dificultad para una saludable autoafirmación se complica probablemente desde la infancia, pues le ha sido más difícil obtener el reconocimiento externo de su asertividad. No hay que olvidar que Marte, en la zona retrógrada, suele estar en relación con el Sol en aspectos de sexquicuadratura, biquintil, quincuncio u oposición, es decir, es más fácil que esa relación de los dos principios masculinos, Sol - Marte, que en principio debería ser fluida, llegue a posiciones de enfrentamiento, lucha y agonía mutua.

A menudo, la relación con el padre en los primeros años ha sido de competitividad, pudiendo pasar por toda la gama de sentimientos: desde sentir que el padre suprime o roba toda la fuerza heroica del yo, hasta necesitar que ese mismo padre me admire y me reconozca por ser poseedor de esa fuerza que niega. Marte retrógrado a menudo opta por el camino subterráneo y se niega su propio poder, aunque en ocasiones se decida por la batalla abierta, a muerte. Cualquiera que sea la opción - nunca tibia - de un Marte retrógrado, la única vía auténtica de comprensión de uno mismo pasa por comprobar que esa batalla con el padre, con el mundo, con las agresiones externas o incluso con el sexo, es en realidad una batalla consigo mismo. Hay que aceptar que en la visi& oacute;n del mundo con la que uno nació estaba impreso el enfrentamiento y la batalla.

La única manera de satisfacer esa inconsciente necesidad de lucha es crearse uno mismo actividades y retos externos que no sean destructivos ni para uno ni para los demás, es decir, entablar una guerra saludable con los propios límites para llegar a lo mejor de uno mismo, a la acción más depurada y constructiva, aquélla en que se es consciente de que se libra una batalla en la que no hay vencedores ni vencidos, sino de la que se renace más poderoso. Sería, en palabras de Nietzsche: "aquello que no me vence me hace más fuerte".

Curiosamente, los Marte retrógrados que han pasado a la posteridad tienen todos el sello innegable de esa lucha encarnizada. Debemos suponer que en esos casos se exteriorizó el planeta de forma más evidente, y que poco podemos saber de aquellos que enterraron su poder personal. Entre los auténticos luchadores rebeldes, podemos citar a Pancho Villa con Marte retrógrado conjunto a Saturno en Piscis, quincuncio al Sol, que se dedicó al bandolerismo durante veintidós años, antes de unirse a la rebelión de los peones y luchar contra los federales, distribuyendo entre los pobres, en el más puro estilo Robin Hood, los botines de saqueos y asaltos a trenes. Marte retrógrado en Piscis refleja esa vena combinada de agresión y compasión. Llegó a fundar 50 escuelas en el norte de su país y confiscó vastas propiedades a los ricos terratenientes, asignando 25 ha. de tierra a cada ciudadano varón del Estado.

CARTA Pancho Villa (Doroteo Arango)
4 de octubre 1877, 04:19 LMT
Río Grande (México) 23N50, 103W02
MC 18º57'''' Géminis
AS 19º01'''' Virgo

Pancho Villa, como León Trotsky o como Sigmund Freud y Michel Gauquelin, todos nacidos bajo Marte retrógrado, encontró su causa. León Trotsky se convirtió en el apóstol de la "revolución permanente"; Freud revolucionó todas las teorías anteriores sobre el comportamiento humano, y ¿acaso Michel Gauquelin no fue también un revolucionario dentro del campo astrológico, luchando contra el estamento científico con sus propias armas - la estadística - para demostrar al mundo que la Astrología funciona?

CARTA León Trotsky (Leib Bronschtein)
7 de noviembre 1879, 22:10 LMT
Janowka (URSS) 48N03, 32E10
MC 20º43'''' Aries
AS 08º12'''' Leo

¿Y cómo puede reaccionar un Marte retrógrado dentro de un cuerpo y una psique femeninas? Ahí tenemos a Virginia Woolf, una de las escritoras más grandes de nuestro tiempo. Luchó denodadamente por encontrar un estilo propio que reflejara lo que ella llamó stream of consciousness, el fluir de la conciencia, revolucionando así el mundo de la narración. En su obra se refleja la lucha psicológica y real con un padre oculto y aparentemente progresista que, a pesar de reconocer el innegable talento de su hija, no pudo abandonar su rigidez patriarcal y victoriana. También ella tuvo ese espejo externo al que enfrentarse, su padre, el reflejo de su Sol. Finalmente, sin embargo, para Marte retrógrado queda siempre la cuestión esencial: ¿A quien se opone cuando se enfrenta? ¿Con quién lucha cuando batalla? ¿Contra quién se rebela cuando establece su propia revolución?

CARTA Virginia Woolf (Adeline V. Stephen)
25 de enero 1882, 12:15 GMT
Londres (G. B.) 51ºN30, 00W10
MC 05º54 Acuario
AS 10º28'''' Géminis

Solamente un análisis sobrio y sereno de las más profundas motivaciones internas puede darle la respuesta. Mientras tanto, quizá no esté de más una revolución de vez en cuando, para despertar de su letargo las inercias tendenciosamente confortables y atrincheradas. Y para esto, la energía cósmica delegó en sus Martes retrógrados, y ellos y ellas encontraron su "causa".