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ENERGÍA TRANSPERSONAL Y ESPIRITUAL

Liliana Demitriou

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URANO Y LA CREATIVIDAD La creación tiene un origen profundo mucho más significativo que el Ego: es el Alma quien participa de todo acto creativo.

Jung habla de la existencia de un instinto creativo, de una entidad más antigua, anterior y externa a la psiquis y solo tenemos percepciones de dicho instinto filtrado a través de nuestra psiquis.

De acuerdo con la visión Jungiana del hombre, la actividad y la reflexión no bastan, hay un quinto componente tan básico como el hambre o la sexualidad: la CREATIVIDAD.

Todo acto creativo es el propio impulso del Sí Mismo a realizarse.

Referirse a un acto creativo es ir más allá de un hecho artístico, es la posibilidad de todo ser humano de ir CREANDO su propia individualidad, su propio camino al ser.

¿ De dónde brota esa fuerza que puja con todo derecho a salir en busca de nuestro destino sin que nos importe perder y sacrificar nuestro estado de confort para transitar el camino del autoconocimiento e ir despertando el propio potencial a pesar de las presiones externas que pujan para que nos adaptemos a lo establecido?

URANO Y LA CREATIVIDAD

Si bien necesitamos de la fuerza y decisión de la energía marciana, trabajar desde el Alma requiere mucho más coraje que el del Guerrero.

El camino del Alma está exento de orgullo, es la conciencia la que participa con la convicción de que existe un orden universal y misterioso que sólo se nos transparenta por pequeños instantes.

Desde el Alma la visión del universo nos permite ser conscientes de que solo somos pequeñas partículas, viajeros, en un eterno devenir, en una eterna evolución en la cual influimos y somos influidos.

Cuando cada aporte único e individual se traduce en armonía entre el Ego y el Alma se lo vivencia con el placer del logro pero a la vez con la conciencia de que llegó el momento “de entregarlo”. Ya no nos pertenece.

Esta es la función transpersonal y espiritual del planeta Urano.

Esta visión cosmológica abre una nueva percepción, más incluyente. Ya no soy solamente una persona ÚNICA cuya mayor tensión a lo largo de la vida es sostener esa unicidad, esa peculiaridad, tratando de ubicarse con cada acto en el centro de la escena.

El desafío es sostener esa tensión entre esa cualidad de ser alguien libre y singular sin olvidar que formo parte de un sistema, de un orden mayor que es dinámico y del cual participa todo ser viviente. Somos co-creadores que nos vamos determinando mutuamente.

Trabajamos en la sustancia del alma por mediación de las cosas de la vida…”

…Y la vida es misterio.